La caldera de baja temperatura

La caldera de baja temperatura pertenece a la nueva generación de las llamadas calderas modernas y tiene un alto coeficiente de rendimiento térmico.

Su principal ventaja es su capacidad para producir el más agradable confort térmico consumiendo mucha menos energía que otros tipos de calderas, señala la empresa de fotovoltaica Granada MLG Electrosolar.

Por tanto, tiene el triple mérito de ser ecológico, económico y confortable. Esto explica, sin duda, que sea cada vez más elegido por los hogares como sistema de calefacción.

Cómo funciona una caldera de baja temperatura

El principio fundamental de una caldera de baja temperatura es que el nivel máximo de temperatura (que la caldera puede alcanzar en funcionamiento) está limitado a 60° Celsius.

Esto le da una clara ventaja sobre todos los demás modelos de calderas.

Gracias a esta «baja temperatura», la caldera consumirá menos combustible durante su funcionamiento garantizando el mismo o incluso mejor confort de calefacción que otras calderas.

Gracias a una mejor recuperación del calor y a la reducción de la temperatura de los gases de combustión (de 300 a 120 °C), la caldera de baja temperatura consume menos combustible que una caldera convencional. Utiliza el principio de la combustión para producir calor: cuando el combustible (aceite o gas) se quema, el calor que desprende se transmite a un fluido calefactor. A continuación, el fluido térmico transporta el calor al sistema de calefacción central (manteniendo la pérdida de calor al mínimo). La caldera puede conectarse a un depósito para almacenar agua caliente.

Instalarlo correctamente

Es totalmente posible sustituir su caldera actual por una caldera de baja temperatura. El único requisito es que tenga un sistema de calefacción central con suelo radiante o radiadores.

Para su información, la instalación de una caldera de baja temperatura no requiere ninguna obra importante; de hecho, puede reutilizar las conexiones de su instalación existente.

Para mejorar el rendimiento de su equipo, considere la posibilidad de instalar calefacción por suelo radiante o radiadores (estos dos tipos de equipos son más eficientes que sus equivalentes convencionales).

Manténgalo bien

Aunque el mantenimiento de una caldera de baja temperatura no es difícil de realizar, se recomienda dejarlo en manos de un experto certificado. Sin embargo, si te sientes cómodo con este tipo de aparatos, puedes hacerlo tú mismo.

Además, inspeccione regularmente los distintos componentes de la caldera para asegurarse de que funciona correctamente.

Cuando compres tu caldera, te ofrecerán un contrato de mantenimiento, así que no dudes en suscribirlo (las condiciones del contrato son muy atractivas). Por término medio, un contrato de mantenimiento cuesta entre 100 y 150 euros al año.

 

Varios tipos

Hay dos tipos de calderas de baja temperatura:

la caldera de gas de baja temperatura: para optimizar su rendimiento, se recomienda instalar emisores de calor adecuados

la caldera de gasóleo de baja temperatura: más ecológica y más económica que los modelos antiguos, es una solución ideal para realizar un importante ahorro energético y calentar cómodamente una vivienda antigua de gran superficie

Ventajas e inconvenientes de la caldera de baja temperatura

La caldera de baja temperatura tiene varias ventajas y también algunos inconvenientes.

Las ventajas de la caldera de baja temperatura son las siguientes:

  • Ofrece una buena relación calidad-precio (puede conseguir un importante ahorro energético)
  • Ofrece un buen rendimiento en términos de respeto al medio ambiente y ecología
  • Los gases emitidos son muy bajos en CO2 (la temperatura es relativamente baja)
  • Cuando se conecta a un suelo o radiador de baja temperatura, garantiza un confort óptimo en el hogar
  • Su funcionamiento es automático, sencillo y limpio
  • El combustible se quema muy lentamente

Las desventajas de la caldera de baja temperatura incluyen:

  • Para un funcionamiento óptimo, debe conectarse a un suelo de baja temperatura o a radiadores (de lo contrario, el ahorro de energía y la eficiencia serán bajos)
  • El coste de la instalación es elevado, sobre todo porque la caldera de baja temperatura no puede acogerse a la desgravación fiscal por transición energética (desde el 1 de enero de 2009), ni a la bonificación energética
  • Si se trata de un modelo de gas, tendrás que contratar un abono mensual (lo que supone un gasto adicional)
  • Si se trata de un modelo que funciona con aceite, será necesario un depósito de almacenamiento
  • Los combustibles utilizados (petróleo o gas) contribuyen en gran medida a las emisiones de gases de efecto invernadero y sus precios varían según el periodo

¿Cuánto cuesta una caldera de baja temperatura?

El precio de una caldera de baja temperatura variará en función de la tecnología utilizada, la marca y la potencia de la caldera. Por lo general, debe esperar pagar entre:

De 3.000 a 5.000 euros para un modelo de gas

De 4.000 a 7.000 euros para un modelo de aceite

Además, hay costes de instalación (entre 1.000 y 6.000 euros)