En noviembre de 2017, el Papa Francisco recibió un regalo de Lamborghini, un Huracán LP580-2. Excepto que imaginar al pontífice paseando en su Lambo era una fantasía. Tanto es así que aparecieron dos soluciones: meter el coche en un garaje para que cogiera polvo o sacarlo a subasta. Se eligió la segunda opción.
En su blanco inmaculado y sus finas rayas doradas, este Huracán LP580-2 tiene un aire de sabiduría. ¡Digno de un niño de corazón! Aun así, cuando Stefano Domenicali (consejero delegado del fabricante de automóviles italiano) se lo regaló al Papa Francisco el pasado noviembre, la imagen dio la vuelta al mundo. Todo un truco publicitario.
Pero el obispo argentino de Roma difícilmente podría ser visto conduciendo un Lamborghini, comenta el concesionario de coches segunda mano Sevilla Crestanevada. Así que Sotheby’s recibió el encargo de subastar el coche en Sant’Agata Bolognese. El objetivo es que los beneficios recaudados se redistribuyan a asociaciones de apoyo a los cristianos en Irak, ayuda a las víctimas de las redes de prostitución y ayuda a África. Causas nobles.
Un beneficio milagroso
De serie, el LP580-2 y su V10 de 5,2l requieren un mínimo de 180.000 euros. El modelo pontificio se estimó entre 250.000 y 350.000 euros. Un precio para un coche que es «ex de» pero que también recibió la bendición del Papa. Que es, para un coche, mucho mejor que todas las medallas de San Cristóbal juntas. Al final, tras una gran batalla en la subasta, el Lamborghini se vendió por 715.000 euros, sin IVA. Una buena suma pagada por un comprador que deseaba permanecer en el anonimato. Queda por ver si esta persona le dará un soplo de aire fresco a su nueva adquisición en los próximos meses y años, o si se trata de una compra puramente especulativa.
Bonus: El Príncipe Alberto conduciendo el concepto Marzal
Presentado en 1967, el concepto Lamborghini Marzal fue diseñado por Bertone antes de inspirar el Espada de 1968. El coupé de 4 plazas con puertas de paja y el motor V12 del Miura (175 CV) dio una vuelta al circuito de Mónaco con el Príncipe Alberto para el histórico GP de Mónaco.